Bendito Karma

No suelo escribir artículos de opinión pero ahí va uno. Hace varios años, cuándo estábamos comenzando en esto de hacer páginas y de trastear con el desarrollo de aplicaciones nos contacto un cliente. No un cliente normal, un «buen cliente». Este cliente nos pidió una página, aún no era la norma el responsive así que le hicimos una web estática, con mucha profundidad y muchos contenidos, con sus redes integradas, canal de youtube, etc. El acuerdo era sencillo, una página estática que se viese desde todos los dispositivos. El precio era la página y el posterior pago mensual del mantenimiento de la misma (que incluye el host y el dominio). El proyecto fue engorroso y complicado por dejadez y falta de profesionalidad por parte de un cliente que no dudó de aprovecharse de dos chavales que estaban comenzando. Tardamos en cobrar este servicio cerca de año y medio, 18 cuotas que, finalmente, para cobrarlas, tuvimos que facturarle únicamente lo que nos costaron a nosotros las mensualidades de host y dominio. La excusa que planteó el «buen cliente» para ningunearnos fue que nosotros no eramos empresa (cosa que ahora sí), y que claro, que cómo íbamos a responder nosotros igual que una empresa. Es cierto que eramos dos personas sólo, que para más inri teníamos una experiencia limitada en este campo, pero no dejábamos de ser un ingeniero informático y un diseñador gráfico, ambos con holgada formación. El caso es que ese cliente ahora ha cambiado su página, esa página que posicionaba primera en google al buscar sobre su sector y su localidad (no voy a especificar esto pero para el que quiera saber más que me pregunte) por un precio irrisorio. Su nueva página ha desaparecido de google, los dos dominios que tienen que llevaban más de 10 años posicionando sin problema ahora no existen. Le han clavado una plantilla wordpress a la que ni si quiera han cambiado todos los campos, han destrozado horas y horas de trabajo que, seguramente, su nueva empresa de diseño no sabrá ni lo que son.

No me alegro de la desgracia de un compañero de profesión, del cual me apiadaría porque imagino el calvario que puede haber sido el desempeño de ese trabajo así que he indagado un poco en el autor de esta obra de arte. Se trata de una «empresa» de fotografía, que sinceramente carece de talento y experiencia en el campo, ni de la fotografía ni del diseño desde luego. La cosa es el tema del intrusismo, del maldito y condenado intrusismo. Nuestro sector al parecer si tienes un ordenador y dices que sabes usar esta o aquella aplicación ya eres todo. Pues BENDITO KARMA.

Crear una web es MUY SENCILLO pero hay que saber lo que se hace. Ojalá en este caso sirva de escarmiento y aprendizaje tanto para el PIRATA que se dedica a ofrecer lo que no sabe tanto como para el «buen cliente» que no quiere pagar por un buen trabajo y que te pisa por su posición de superioridad económica. Ahora tenemos clientes con los que estamos encantados pero ese «buen cliente» estuvo muy cerca de hacernos tirar la toalla, de quemar toda nuestra ilusión por un proyecto que estaba naciendo y de dejar de hacer lo que nos gusta hacer, así que por tercera y última vez BENDITO KARMA.

Ya me he desahogado así que espero no haberos dado mucho la lata 😉

 

PD. Comprar una plantilla de Envato está muy bien y es una gran herramienta, pero formarte durante horas, saber configurarla y aplicarla y sobre todo no joderla con lo que ya está hecho es imprescindible para rediseñar un trabajo.